Aceñas de Olivares, Zamora
Las Aceñas de Olivares se ubican en la orilla del río Duero, en pleno corazón de Zamora, y constituyen uno de los conjuntos hidráulicos más singulares de la ciudad. Estas antiguas molinos harineros, conocidos como aceñas, aprovechan desde la Edad Media la fuerza del caudal del río para moler grano, siendo un testimonio vivo de la relación de la ciudad con el Duero y de la importancia de la molienda en la economía tradicional.
El entorno combina patrimonio industrial e historia con un paisaje de gran belleza. Frente a las aceñas se extiende el río con su lento discurrir, salpicado por aves acuáticas y reflejando el perfil monumental de Zamora. Desde este punto se obtienen algunas de las vistas más evocadoras de la ciudad, con el puente de Piedra al fondo y las murallas medievales y la catedral coronando la panorámica.
El conjunto está formado por varios edificios de origen medieval, que fueron reformados y adaptados a lo largo de los siglos. Hoy albergan un centro de interpretación donde se explica el funcionamiento de los molinos, la técnica hidráulica empleada y el papel que tuvieron en la vida zamorana.
El barrio de Olivares, donde se encuentran, añade otro atractivo al entorno. Se trata de una de las zonas más antiguas de Zamora, con calles empedradas, casas populares y un ambiente tranquilo que conserva la esencia de un barrio ligado al río. Pasear por él permite descubrir rincones cargados de historia y sentir la cercanía entre la ciudad y el agua.
Las Aceñas de Olivares son así un lugar donde patrimonio, naturaleza e historia se dan la mano. Su entorno invita tanto al paseo relajado junto al Duero como al descubrimiento de un pasado en el que el río fue motor económico y cultural de Zamora.