Cola de caballo, Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Huesca
La Cola de Caballo es uno de los parajes más célebres y espectaculares del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en Huesca. Se trata de una majestuosa cascada situada al fondo del valle de Ordesa, donde el río Arazas se precipita en un salto de agua que recuerda, por su forma, a la cola de un caballo desplegada.
El entorno que la rodea es un auténtico santuario natural. Para llegar hasta ella, el visitante recorre el sendero que atraviesa el valle desde la pradera de Ordesa, un itinerario clásico del Pirineo que se adentra entre bosques de hayas, abetos y pinos, y que permite descubrir otras cascadas previas como las de Arripas, las Gradas de Soaso o la del Estrecho. El camino culmina en un anfiteatro natural de origen glaciar, rodeado por paredes verticales de roca caliza que enmarcan la cascada y le confieren un aire de grandiosidad.
El lugar ha sido visitado desde finales del siglo XIX por naturalistas y montañeros que contribuyeron a dar a conocer la belleza del valle de Ordesa, declarado Parque Nacional en 1918, uno de los primeros de España. Desde entonces, la Cola de Caballo se ha convertido en un símbolo del parque y en un destino obligado para excursionistas y amantes de la naturaleza.
Además de su atractivo paisajístico, la cascada es punto de partida para ascensiones más exigentes, como la ruta hacia Monte Perdido, el tercer pico más alto de los Pirineos.
La Cola de Caballo representa la esencia del valle de Ordesa: agua, roca y vegetación unidas en un escenario de espectacular belleza, donde cada paso del camino es parte de la experiencia.