Puente de San Pablo, Cuenca

El Puente de San Pablo es uno de los miradores más emblemáticos de Cuenca, suspendido sobre la hoz del río Huécar y ofreciendo unas vistas espectaculares de las famosas Casas Colgadas y del casco histórico. Su estructura metálica y de madera se alza con elegancia sobre el profundo desfiladero, creando una experiencia única al cruzarlo.

Recorrer el puente es sentir la mezcla de vértigo y belleza que caracteriza a la ciudad. Desde aquí se obtiene una de las imágenes más icónicas de Cuenca, especialmente al atardecer, cuando la luz resalta la silueta de las casas medievales asomadas al vacío.

El entorno invita a pasear con calma, descubriendo senderos que conectan con la ciudad antigua y con los parajes naturales que rodean la hoz. Es un lugar imprescindible para disfrutar de Cuenca desde una perspectiva diferente, donde arquitectura y naturaleza se encuentran en perfecta armonía.

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