Ruta hacia ibones de Anayet

La ruta senderista que sube hacia los ibones de Anayet, en el Pirineo de Huesca, es una de las más espectaculares de la zona, con un entorno de alta montaña que combina praderas alpinas, arroyos cristalinos y vistas impresionantes.

 

Descripción del entorno

 

La ruta suele iniciarse en el Parking de Anayet, en la estación de esquí de Formigal, a unos 1.740 metros de altitud. Desde ahí, el sendero asciende gradualmente por un valle de origen glaciar, rodeado de montañas y salpicado de arroyos y cascadas.

 

A lo largo del camino, se atraviesan praderas de alta montaña llenas de flora pirenaica, con colores cambiantes según la estación. En primavera y verano, las flores alpinas tiñen el paisaje con tonos amarillos, violetas y blancos. También es frecuente ver marmotas, grandes aves rapaces y, con suerte, algún sarrio (rebeco pirenaico).

 

El tramo final de la subida se vuelve un poco más empinado hasta llegar a los ibones de Anayet, dos lagos glaciares situados a unos 2.230 metros de altitud. Estos ibones se encuentran en un circo de montaña impresionante, dominado por el majestuoso Pico Anayet (2.545 m) y con vistas al imponente Midi d’Ossau, un volcán extinguido que se alza en el lado francés de la frontera.

 

El entorno es un auténtico paraíso natural, con aguas tranquilas que reflejan las cumbres cercanas y un ambiente de paz y silencio propio de la alta montaña. Es un lugar ideal para descansar, hacer fotos o simplemente disfrutar del paisaje antes de emprender el regreso.

Lugares cercanos